lunes, 12 de mayo de 2008

UN MENSAJE DE CARIÑO EN HONOR A SERGIO


------------------------------------------------------------Hace unos días, al atender el teléfono, la voz del otro lado de la línea me informaba que uno de mis mejores amigos y compañeros de jornadas sindicales en FEBASO había fallecido repentinamente. Recuerdo al colgar el teléfono andar despacio, lentamente, hacia mi refugio particular... Las imágenes de los momentos compartidos en nuestra juventud sindical llegaron casi instantáneamente a mi mente: UGT, les botellines de sidra... las charlas hasta las tantas... las confidencias sindicales... los problemas laborales compartidos... las parrandas... la complicidad en momentos dificiles... las sonrisas... Qué fáciles surgían en aquella época en compañía de Sergio... También recordé mi marcha de FEBASO, un nuevo horizonte que nacía ... Lágrimas y despedidas... y principalmente las promesas de nuevos encuentros... promesas de que nunca nos olvidaríamos... y realmente así fue... aunque no hubiese comunicación directa, nunca te olvidas de los Grandes Amigos, sobre todo grandes por su humanidad. Pero, a pesar de los esfuerzos por cumplir esas promesas, no encontramos el momento para coger el teléfono, no encontré el momento para decirle lo importante que era para mí contar con su amistad... Al final, estamos siempre tan ocupados... siempre sin Tiempo... Tal vez si nos diesemos cuenta de que precisamente el tiempo es aquello que el ser humano no puede producir, también nos daríamos cuenta que no lo podemos dejar escapar... que no dedicamos nuestro tiempo -en nuestra vida- a todo lo que en realidad 'queremos' de verdad. De aquí la importancia de demostrar a las personas importantes en nuestro corazón lo mucho que significan para nosotros antes de que 'se vayan' de nuestro lado, porque el mañana puede 'no llegar'... Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial, es alguien que cambia tu vida, que te hace reir sin cesar, que te hace creer que en el mundo existen realmente personas buenas, que hay una puerta lista para que tú la abras: esa es una Amistad Eterna como la de Sergio. Cuando estás triste y el mundo parece oscuro, esa amistad eterna te levanta el ánimo y hace que ese mundo parezca brillante y pleno. Si pierdes el camino, tu amistad eterna te guía y alegra, te dice que todo va a salir bien... y así encontramos una amistad para toda la vida, ya que una amistad eterna no tiene fin. Pues no importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que vivimos con esa persona. Cinco minutos vividos con intensidad pueden significar más que un día entero. Lo importante es saber aprovechar al máximo cada minuto vivido a su lado, para tener después en nuestros recuerdos horas para 'repasar' y 'revivir' esos instantes con estos amigos aunque no estén presentes. D. Cobain dijo: 'El auténtico amigo es el que lo sabe todo de ti y sigue siendo tu amigo'. A veces nos preocupamos tanto de cómo decir las cosas que nos olvidamos que lo más importante es la comunicación a través del sentimiento. Un simple gesto, un abrazo, un guiño..., (y de estos gestos Sergio estaba 'lleno') pueden siginificar más que regalos o disculpas vacías. Es preciso dejar hablar a nuestro corazón y que los demás lo 'escuchen', y en esto Sergio era un 'maestro'. Las personas tal vez no entendamos el siginificado de algunas palabras, pero sabemos 'registrar' un gesto de complicidad, de ternura, de amistad... Como los sabía transmitir Sergio...Un proverbio árabe dice: 'Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación', y a Sergio sólo había que mirarle a los ojos para comprender que detrás siempre encontrarías a un Gran Amigo. En fin, que me alegro de haber contado en mi vida con un amigo y 'compañero de batallas sindicales' como Sergio. Que siempre tendrá un 'pedacito' de mi corazón y en mi recuerdo donde se encuentre.Hasta siempre Sergio.Adjunto remito una foto en la que formamos parte de la ejecutiva de FEBASO como compañeros. Por orden de derecha a izda. en la 1ª mesa: Sergio, Inés, Jose Luis, Mª Jesus, Plácido y Oscar. 2ª mesa: ¿M. Espinel?, Hinojal y Chusma.

Mª Jesús Cuende González

jueves, 8 de mayo de 2008

LAS ÚLTIMAS FOTOS DE SERGIO


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Fue el día 11 de Abril unas horas antes de su marcha. Ese día por la mañana Sergio se había desplazado desde Avilés a Gijón para viajar con Manso y conmigo a Pandorado (León), donde el compañero Paco Bermejo nos había invitado a comer para celebrar su prejubilación.
Durante el viaje hablamos de todo, pero en especial de la prejubilación. Sergio nos comentaba que posiblemente dentro de dos años podría prejubilarse, y por fin realizar el sueño de vida que no era otro que el de ir a Canarias.

La foto de abajo se tomó durante la comida de ese día. La que encabeza este escrito es su última foto, tomada cuando salíamos del Restaurante. Como siempre, él estaba contento y rodeado de amigos y compañeros.

No quiero ser repetitivo ni reiterativo, pienso que los que me han precedido en este blog han acertado plenamente en sus adjetivos calificativos sobre Sergio, yo solo puedo decir que para mí fue un COMPAÑERO y un AMIGO, una persona GENEROSA y BUENA.

Sergio: Allá donde estés, siempre tendré un recuerdo imborrable de ti, nunca podré olvidar las muchas y buenas horas que pasé contigo, nuestras conversaciones políticas, sindicales, personales, los muchos viajes que realizamos juntos (Galicia, Madrid, Congresos, Comités…), las tardes de partidas de tute en el Tarna o en Rubiera con Manolo (tu padre) y Andrés, y !cómo no! las “noches” que me diste con tus ronquidos.

Hasta siempre COMPAÑERO, hasta siempre AMIGO, hasta siempre SERGIO.


Cecilio Areces


martes, 6 de mayo de 2008

!SALUD Y REPÚBLICA!


Y nos dieron las diez y las once, las doce, la una, las dos y las tres, las cuatro, cinco, seis, siete, … y juntos al amanecer tomábamos las penúltimas, y era habitual que nos dieran las tantas en los tres o cuatro bares de Avilés que intentan hacernos la vida más llevadera. Alguna vez nos acompañaba Ana y otros amigos.. Y siempre a lo grande, tú siempre a lo grande, mi gran amigo. Grande en lo humano, compañero, luchador, y sobre todo, gran persona. Tu mayor grandeza: tu familia. Ana tu compañera, Virginia tu hija, y tu padre, Manolo, un paisano que con casi noventa años está como un chaval.
Se pasaba en su entrega y sacrificio, en una ocasión se autoinculpó después de haberme detenido la policía por hacer una contundente acción sindical a la puerta de un banco. “No fue él” decía, “fui yo, quién lo va negar, mira (le decía a la policía), nos parecemos, los dos gordos, con bigote…os confundisteis, fui yo”. Así era Sergio.
Nos dejas un gran vacío, y a la vez el mejor y mayor de los recuerdos que perdurará siempre.

¡SALUD Y REPÚBLICA! ÉSTE ERA TU SALUDO EN EL ENCUENTRO Y LA DESPEDIDA.

¡SALUD Y REPÚBLICA! HERMANO, AMIGO, COMPAÑERO, SERGIO.

Alberto Cubilla Fernández, “CUBI”