Manuel Cámara, Inés Sáez, Ana Isabel Cámara, Sergio González, Mari Rendueles y Manolo González
Sergio, esta foto nos la hicieron hace más de 35 años en Villasana de
Mena, donde nos casamos. Se nos ve felices y muy ilusionados por la vida
que comenzábamos juntos. Ese día lo queríamos disfrutar con la familia y
los amigos. De las seis personas que aparecemos en esta foto, sólo
quedamos dos: tu padre y yo, "el más mayor y la más joven". La última en
fallecer fue mi madre, el 12 de Mayo del año pasado. Se volvió a
repetir la misma historia. Tu adiós y el de mi madre ocurrieron en un
sábado 12. De nuevo volví a ser yo quien se topó con la desgracia.
!Maldito sábado 12! Más o menos a la misma hora se me juntaron la
angustia, la desesperación, el dolor, la rabia, la impotencia, el
desasosiego, el llanto, los gritos y un sinfín de cosas más que volví a
sentir al reencontrarme con la muerte, la que se lleva a nuestros seres
queridos y nos deja sumidos en una gran tristeza y muchísima
nostalgia... En ese momento nos gustaría poder retrasar el reloj para
hacer las cosas que no hiciemos, decir las palabras que no pronunciamos,
besar y abrazar a las personas que ya no estáis aquí. Cada vez que una
persona querida deja de estar con nosotros, se va rompiendo un trocito
de nuestro interior.
Permíteme Sergio en este tu blog dedique
unas palabras a mi madre, a Inés, que
como modista que era había desgranado su vida entre agujas hilos y dedales y una montaña de ropa para
confeccionar, el recuerdo que tengo de ella de cría era que me levantaba por la
mañana y mama estaba cosiendo en su mesa camilla y cuando me iba a la cama mama
seguía cosiendo, era muy buena, sacrificada, paciente, risueña, amable, jamás me pedía nada, no quería molestar, yo
siempre le decía que estaba para eso para ayudarla pero era incapaz de pedir
nada ni a mi ni a nadie; cuando la llamaba para salir a dar una vuelta nunca me
decía que no siempre estaba dispuesta ¡guapa
y arreglada! no tardaba nada, cuando yo
era cría ya recuerdo a mi madre siempre maquillada y con las uñas pintadas
desde por la mañana, a papa le gustaba
así y ella era fiel cumplidora de sus deberes de esposa, te fuiste sin hacer
ruido, sin dar que hacer, sin hacer sufrir, tu sufrías en silencio por los
palos que te dio la vida pero eras unas mujer muy resignada, a ti te valió la
religión para no derrumbarte y aceptar lo que te iba legando la vida. Mama te
quiero.
Ya han pasado 5 años Sergio desde que no estás aquí, el
tiempo pasa a mucha velocidad, prueba de ello,
lo que dejaste escrito en la pizarrita blanca de la nevera de casa de
que el “8/4 Sergio 15/4 Ana” (las 2
fechas de 2008) el día 8 fuiste a hacerte análisis, y el día 15 tenia que ir yo
al traumatólogo, no lo borré entonces no podía borrarlo, era tu letra y era tan
reciente que lo deje y ahora al cabo de 5 años se va desdibujando y perdiendo
nitidez pero se sigue leyendo, fíjate si eso que dejaste escrito y que no tiene
importancia supervive al cabo de los años, la huella tan grande que dejaste en
todas las personas que te conocimos y te quisimos, esa no se borrará nunca,
siempre quedará el recuerdo, alguna persona me llegó a decir que nunca habían
conocido a nadie como tu, me viene a la memoria lo que me decías cuando te
conocí que había mucha gente mejor que tu y mucha peor que tu pero que como tu
no había nadie y es cierto eras único, has dejado una huella muy grande en
todas las personas que te conocimos y en especial en nosotras en tus chicas, tu
hija y yo.
Después de tu muerte intenté por todos los
medios recopilar todas las fotos, videos, grabaciones, periódicos, revistas,
todo lo que tuviera relación contigo donde aparecieras tu o tu nombre
cualquier cosa que pudieran tener los demás y que yo no tenía, se lo
pedí a todo el mundo, para mi era muy importante era crucial es como si no
quisiera perder ningún retazo de esos tus 52 años de vida, estoy convencida de
que todavía hay muchas cosas que no tengo y no he visto me haría muchísima
ilusión que rebuscarais en vuestros cajones y me hicierais llegar esas fotos o
documentos. El otro día me regalaron un video grabado hace más de seis años en
el cual apareces junto a otros compañeros y me dio un vuelco al corazón al
verte y oírte, sentí alegría por
recordarte y tristeza por saber que ya
no estás aquí, ahora ya no envejeces Sergio ahora envejecemos los demás y tu
sigues teniendo 52 años.
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